miércoles, 6 de mayo de 2009

Cajón flamenco


Aquí tienes unos croquis donde podrás orientarte sobre su montaje:

Como ves las cuerdas siempre evitan el centro del cajón para no entrometerse en el grave, incluso como en el primer dibujo se han añadido más número de cuerdas paralelas. Esto dará más brillo, pero pueden provocar harmónicos incómodos que siempre podrás enmudecer con pequeños trozos de cinta adhesiva.

Hasta ahora el cajón de maderas contrachapadas ha gobernado todos los escenarios flamencos, pero la madera noble está profesionalizando su sonido a extremos admirables.

Las maderas duras rebajada a grosores adecuados provienen al cajón de un sonido seco digno de atraer al oido de todo buen receptor. Conocer bien las maderas ayuda mucho a la hora de conseguir buenos resultados. Se desvía pues, de una forma de construcción popularesca a otra donde actúan muchos principios de luthier. Esa es la diferencia acústica de un cajón bueno y otro menos bueno (pues opino que no hay malos), la buena madera otorga al instrumento un arte imposible de confundir con la de otros instrumentos de percusión.

A quien le importa el origen de algo que ha curtido su propia personalidad en un tiempo mínimo y a costa de sumar pequeños detalles que le hacen más grande. Hay que descubrirse ante la audacia popular que nos deleita con instrumentos cargados de elegancia musical, pero no hemos de negar el mérito del que, en un tiempo record, se le han abierto las puertas de no solo el flamenco, sino de cualquier estilo musical.

Puedo decir, aún sabiendo que es un comentario arriesgado que roza la ofensa, que este instrumento ha hecho que alguien tan importante como es un percusionista en una banda protagonice ahora su propia película: la de ser centro de atracción.


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